BIBLIOTECAS, SOCIEDAD Y ESTADO


  • Relação entre as bibliotecas, as ações dos profissionais que nelas atuam e o estado.

EL BIBLIOTECARIO EN LA VISIÓN POLÍTICA DE LEÓN TROTSKY

El 20 de agosto de 1940 Liev Davidovich Bronstein (Лев Давидович Бронштейн) (1879-1940), mejor conocido como León Trotsky, sería arteramente atacado por Ramón Mercader del Río, agente de la siniestra KGB. La agresión homicida, contra quien fuera uno de los principales miembros de la vieja guardia de la célebre Revolución de Octubre (1917) y el fundador del Ejército Rojo de la República Soviética, se produjo en la casa de Coyoacán, ciudad de México, sitio donde aún se mantiene intacta una porción de la biblioteca personal de aquel líder del proletariado en lo que hoy es el Museo Casa de León Trotsky.

 

Los bibliotecarios progresistas podemos analizar y estudiar la figura intelectual de Trotsky desde diferentes planos, a saber: l) el ámbito bibliográfico del que se rodeó a lo largo de su vida, 2) el desarrollo, las vicisitudes y la naturaleza de su biblioteca que formó a lo largo de su trayectoria intelectual, 3) la bibliografía trotskysta, cuya principal fuente hoy día es la Trotsky bibliography: an international list of publications about Leon Trotsky and trotskyism 1905-1998, compilada, en su tercera edición revisada y aumentada, por Wolfgang Lubitz y Petra Lubitz (Muchen, Germany : K. G. Saur Verlag, 1998. 2 vols.), y 4) sus ideas en el campo de la bibliotecología. Tétrada cognitiva que jamás ninguna corriente de pensamiento o escuela conservadora en el marco que nuestra disciplina investigará.

 

Por esto, desde el prisma de la bibliotecología progresista, cabe recordar algo relacionado con el plano cuatro, esto es, rememorar algunas ideas que León Trotsky expresó en el primer Congreso soviético de trabajadores de biblioteca, efectuado el 3 de julio de 1924 en Moscú, es decir, a seis meses de la muerte de Vladimir Ilich Uliánov (Lenin), personaje que llegara a sobresalir como el principal alarife del sistema bibliotecario soviético a partir del triunfo de dicha revolución.

 

En efecto, León Trotsky, fundamentándose tanto en la praxis bibliotecológica leniniana como en su percepción de la cultura bibliotecaria destinada para el avance de un Estado socialista, expresaría una serie de recomendaciones que, a su juicio, debían llevar a cabo los bibliotecarios que asistieron a ese congreso. Mencionemos, con sus propias palabras, las de mayor relevancia.

 

1) Realizar una correcta selección y distribución de libros y periódicos indispensables para los obreros. 2) Ya que nuestro lector no puede encontrar su libro, nuestro libro debe poder hallar su lector. ¡Esta es una tarea del bibliotecario! 3) Alrededor del periódico podemos y debemos construir un sistema completo de información político-cultural y de actividad educativa. 4) Debemos ver el periódico como una arma de conocimiento y destreza, como una expresión directa, cotidiana y práctica del leninismo en cuanto a actividad educativa política y económica. 5) El trabajador de biblioteca de un país socialista no es un bibliotecario si él simplemente es el responsable de una estantería de libros, y también si no escucha las peticiones de sus lectores y sirve como un órgano de transmisión para que él sea escuchado por los organismos superiores. Esta es la más importante labor del nuevo bibliotecario socialista soviético. 6) Nuestros escritores, editores, bibliotecarios y lectores deben todos estar dentro del mismo arnés. 7) El lector debe hacerse más activo y más demandante. El bibliotecario debe mostrarle cómo hacer esto. 8) El bibliotecario, el "izbach" [bibliotecario rural] es como trabajador cultural, partícipe indiscutible en la construcción del Ejército Rojo. 9) Antes de todo, debemos formar bibliotecarios para dirigir las salas de lectura, para crear "izbachs", y debemos establecer vínculos estrechos entre el centro y estos sitios reproductores remotos de cultura. 10) Ustedes, camaradas, son los intermediarios, los factores clave, los agentes de esta interacción creativa entre la cima y el fondo. ¡Larga vida a los intermediarios activos, los factores clave más valiosos en el sistema de la cultura soviética!

 

Indudablemente que las ideas de Trotsky tienen un valor extraordinario para conocer y reconocer las diferentes categorías de sujetos y objetos que tuvo presente al pronunciar estas palabras ante una comunidad bibliotecaria. Valor extraordinario porque estos pensamientos no son de un bibliotecario, sino de una figura revolucionaria que tuvo el acierto de vislumbrar el peso específico que los bibliotecarios, sus sistemas (bibliotecas) e instrumentos (libros, periódicos, folletos, etc.) de trabajo representan durante la construcción de un nuevo orden social.

 

Tienen un gran valor también porque reflejan las necesidades más apremiantes que nuestro personaje llegó a percibir en materia de servicios de biblioteca bajo condiciones especiales de una forma de gobierno popular: la dictadura del proletariado. De ahí que es recomendable estudiar la teoría política de este tipo de gobierno para poder entender el contexto en que Trotsky formuló sus ideas bibliotecológicas. Lo que se quiere decir es que cualquier intento de interpretar el pensamiento social de este estudioso marxista en el terreno de la bibliotecología, sin previo conocimiento de esa teoría, así como de la historia de los primeros años del pueblo soviético, lleva el riesgo de hacer interpretaciones equívocas u obtener resultados baladíes, insulsos o laxos.

 

No obstante, una de las nociones trotskynianas que debemos rescatar los bibliotecólogos para nuestro desempeño profesional es lo que él consideraría como una zadacha bibliotekaria [tarea bibliotecaria]. Tarea que podemos y debemos convertirla en un principio de particular resonancia, me refiero a las palabras: "Ya que nuestro lector no puede encontrar su libro, nuestro libro debe poder hallar su lector". Fundamento que reclama una especie de bibliotecario activo y comprometido con su responsabilidad social, lo que implica ser, asimismo, un nato kul'turnym bortsom [luchador cultural]; exige que los acervos bibliográficos se difundan y circulen gratuitamente; demanda, en suma, de bibliotecas públicas dinámicas, pro-activas, no monolíticas. No existe duda, pues, hay mucho que aprender e interpretar de la visión bibliotecaria de León Trosky, visión prácticamente desconocida en el mundo occidental en general, y en América Latina en particular.

 

En la decadente cultura neoliberal, en la era de la mediocridad (Lee, Earl. Libraries in the age of mediocrity. Jefferson, North Carolina: McFarland, 1998), resulta verdaderamente perentorio recobrar las ideas de Trotsky - entre otros puntos de vista de estudiosos semejantes, tales como Marx, Engels, Gramsci, Mao, Sung y Guevara - para cubrir oquedades discursivas y levantar firmes murallas teóricas de resistencia ante las apabullantes ondas expansivas de la privatización, del mercadeo depredador que amenaza sepultar los valores de los servicios bibliotecarios públicos y gratuitos a cargo del Estado. La mancuerna visionaria Lenin-Trotsky puede ser una ayuda para construir tales fortalezas epistemológicas.

 

Cabe mencionar que este escrito fue publicado originalmente bajo el título «León Trotsky en el vértice bibliotecológico» en el periódico Humanidades (No. 202. dic. 2000, pp. 18 y 20) que editó por varios años el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

Referencias

 

Trotskii, L. D. "Leninism i bliotechnaya rabota". Sovetskaya Bibliografikaya. No. 2 (1990): 122-135.

 

Abramov, K. "V. I. Lenin i krasnoarmeiskie biblioteki". Bibliotekar. No. 2 (1985): 23-25


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FELIPE MENESES TELLO

Cursó la Licenciatura en Bibliotecología y la Maestría en Bibliotecología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Doctor en Bibliotecología y Estudios de la Información por la (UNAM). Actualmente es profesor definitivo de asignatura en el Colegio de Bibliotecología de la Facultad de Filosofía y Letras de UNAM. En la licenciatura imparte las cátedras «Fundamentos de Servicios de Información« y «Servicios Bibliotecarios y de Información» con una perspectiva social y política. Asimismo, imparte en el programa de la Maestría en Bibliotecología y Estudios de la Información de esa facultad el seminario «Servicios Bibliotecarios para Comunidades Multiculturales». Es coordinador de la Biblioteca del Instituto de Matemáticas de esa universidad y fundador del Círculo de Estudios sobre Bibliotecología Política y Social (2000-2008) y fue responsable del Correo BiblioPolítico que publicó en varias listas de discusión entre 2000-2010. Creó y administra la página «Ateneo de Bibliotecología Social y Política» en Facebook.