EL TEMA INSTITUCIONAL DE LAS BIBLIOTECAS EN LOS CONTEXTOS DE LA SOCIEDAD Y DEL ESTADO II
(continuação do texto de Janeiro de 2008)
Para determinar el significado de la «institución bibliotecaria», hay que tener en mente que se trata de un fenómeno cargado de connotaciones sociales, políticas, ideológicas, jurídicas, económicas y culturales, pues es posible, como se irá mostrando en escritos posteriores, asociarlo con alguna teoría para descubrir especificidades, esto es, para encontrar contextos concretos que nos permitan determinar la connotación de esa palabra clave. Si las bibliotecas son una realidad de esquema diverso que tiene que ver con los modos de orden social y político del Estado, entonces el concepto implica varios referentes y enfoques que es posible formar a partir de factores objetivos por su ubicación en el sistema del Estado. Desde este ángulo, las bibliotecas se han convertido desde hace tiempo en instituciones estratégicas para el desarrollo político de
Las bibliotecas en el transcurso del tiempo han apoyado los esfuerzos del Estado por hacer llegar, a través de los aparatos del mismo, información y conocimiento mediante servicios bibliotecarios para impulsar programas sociales y culturales de desarrollo. Estos sitios con acervos documentales, en tanto espacios institucionales, refieren que sus actividades y funciones impactan sobre el cuadrante general y abierto de la vida pública; son instancias donde la técnica documental permite organizar colecciones y gestionar servicios a fin de cumplir con trabajo técnico-administrativo preciso pero social y políticamente fundamental para apoyar la dinámica del Estado. Socialmente en relación con las bibliotecas que asisten a entidades docentes (escuelas, academias, universidades, etcétera), entre otras formas de corporación social; políticamente respecto a aquellas que más están expuestas a las contingencias de los procesos que llevan a cabo los poderes públicos del Estado (poderes ejecutivo, legislativo y judicial). Así, el servicio de biblioteca materializa una institución que tiene el cometido de integrar colecciones para satisfacer las necesidades de información de la comunidad a la cual sirve. De modo que estas instituciones proyectan valores sociales y políticos de servicio público, teniendo como obligación alcanzar objetivos constituidos en marcos axiológicos, normativos, estructurales y funcionales. En esta tesitura, ellas comportan valores humanos y aspectos positivos, por lo que comúnmente están asociadas con el progreso de la humanidad.
El tema institucional de las bibliotecas ayuda a plantear esquemas conceptuales que sirven de pautas en el acopio y análisis de la información y en la interpretación de
La variedad de instituciones bibliotecarias es tan grande que bien puede percibirse que lo único que tienen en común es que todas ellas tratan de alguna manera de influir para el bien de las ideas, las actitudes y la conducta de la humanidad, no obstante las contradicciones que en los anales de la historia podemos encontrar al respecto. Idealmente entonces los centros bibliotecarios deben proporcionar las condiciones necesarias que permitan a la gente llevar vidas satisfactorias y, si se acepta esta premisa, se llega a la conclusión de que el criterio del éxito en el trabajo del quehacer bibliotecario, como un bien social, consiste en lograr que más personas vivan más satisfechas en el lugar en donde está enclavado el servicio de biblioteca. La organización de esta naturaleza de sitios culturales tiende por consiguiente a tratar de proporcionar un ambiente de información, ideas y conocimiento que le ayude a la comunidad a buscar, localizar y elegir atinadamente el autor, título o tema, es decir, a hacer la elección más satisfactoria de documentos entre un número de elecciones alternativas, asegurando que cada individuo tenga las oportunidades de consulta de materiales de lectura para favorecer así la mejora de su personalidad y lograr categoría y significación en sus relaciones con otros círculos sociales. Por esto, la autoridad bibliotecaria que descuida sus actividades, funciones y servicios descuida factores clave que contribuyen al éxito en todo el trabajo de lo que implica el desarrollo pleno de un servicio eficaz de biblioteca.
Además de que las bibliotecas proyectan y fomentan valores generalmente aceptados por las comunidades con las que están relacionadas, es posible añadir que los fondos que desarrollan y organizan, las funciones que desempeñan y los servicios que ofrecen tienen que ver con los intereses comúnmente importantes de la sociedad; su estructura interna mantiene cierto orden prescrito en un reglamento; y protegen un patrimonio documental de relevante valor cultural y comunitario. Bajo este vértice, las instituciones bibliotecarias no son sistemas de información aislados, pues se hallan en contextos histórico-sociales determinados. Estos contextos son condicionamientos que influyen irreversiblemente en ellas. En consecuencia esas expresiones culturales no son inmunes al mundo exterior. Son las presiones externas de necesidad las que condicionan lo que las bibliotecas deben ser en su interior. Su eficacia técnica de organización de acervos y de gestión de servicios está en función entonces de los procesos dinámicos que se suscitan en el entramado del Estado. Así, el objeto institucional de la bibliotecología no es algo estático, pues responde a realidades políticas y sociales que causan cambios de mentalidad y comportamiento de los seres humanos, por lo que ese objeto repercute en toda la estructura social, así como en la distribución de poder dentro de