20 de noviembre de 2007. 12:30h. Un rápido inciso acerca del nuevo libro electrónico de Amazon, Kindle. ¿Dejaría usted el papel a cambio de este horroroso -seamos sinceros- sustituto? Los periodistas de tecnología llevamos más de diez años hablando del futuro de los libros electrónicos y lo cierto es que parece que esto no avanza.

Y es normal. El libro electrónico tiene muchas ventajas si hablamos de manuales técnicos u obras de consulta. Se puede buscar rápidamente un contenido determinado y anotar virtualmente al margen de las páginas. Pero lo que pretende Amazon es que Kindle se use para leer tranquilamente en el sofá una novela de Corín Tellado y eso es muy diferente.

Hay ventajas inherentes al papel que este dispositivo copia gracias a la tinta electrónica. Pero no es el primero en hacerlo y además es un poco más caro que otras soluciones de Sony o Panasonic, por ejemplo. Parece que lo realmente revolucionario, aquí, es el servicio de descarga inalámbrico a través de la red telefónica que, por 10 dólares -supongamos la misma cantidad en euros-, pone el libro en la memoria en unos pocos segundos.

¿10 dólares? ¿no es un poco caro? La mayor parte del precio de un libro de papel se dedica a impresión y distribución, dos factores que Kindle elimina. Añadamos a esto que suscribirse a un periódico tiene un coste adicional y que incluso ¡cobran por bajar y leer blogs!, contenidos que están disponibles en la red de forma gratuita. Ni siquiera han tenido las luces de incluir algo tan sencillo y eficaz como un lector RSS. Dudo incluso que pueda utilizarse en el avión, he buscado y rebuscado y no veo ningún "modo de vuelo" en las hojas de características y funciones. Es una pena porque el avión es el lugar ideal para un dispositivo así.

En fin, que soy muy escéptico. Por un lado creo que es la apuesta más seria que se ha hecho en el mundo del libro electrónico y es una garantía tener a Amazon detrás del proyecto. Por el otro no creo que el precio sea correcto y el aparato se presenta con serias limitaciones, aunque me gustan algunas de las opciones, como la de poder acceder gratuitamente a la Wikipedia. Realmente hace falta un iPod para los libros. Acabo de mudarme de casa y tengo cuatro cajas llenas de ellos. Los libros en papel son incómodos para almacenar y llevo dos semanas pensando las ventajas de tenerlos en versión electrónica, como la música. Pero creo que Kindle no es ni será la solución.